Si nos paramos a ver a los niños más pequeños como corren, observaremos un correr más natural y con menos vicios que los adultos. Los cambios, vienen después, cuando vamos creciendo. Y ahora que todo el mundo corre, esa naturaleza, que por otro lado es individual, la hemos dejado en nuestra infancia.

Al observar esta técnica tan natural en los niños, quise ver algún estudio que hablara sobre el uso de las zapatillas en los niños, en este caso de 6 a 9 años (Hollander et al. 2014). El tipo de zapatillas influía en la forma de correr de los niños, amortiguadas vs minimalistas. Sin entrar en muchos detalles,

[alert style=”warning”]se concluyó que la biomecánica cambiaba sobre todo en los que llevaban zapatillas amortiguadas.[/alert]

Usar zapatillas se relacionó con un incremento de las fuerzas máximas de reacción contra el suelo, la longitud del paso y el ratio del apoyo de talón (rear-foot strike).

Como siempre, tomaremos los datos con cautela, pero de la observación que hacemos a los más pequeños, con su correr natural, al que podemos observar en adolescentes, vemos como a parte del crecimiento que sufre el niño, hemos añadido un factor clave como es el calzado, cambiando sin querer la biomecánica a la hora de andar y correr.

Sin duda, un aspecto a tener en cuenta por profesionales de la salud, madres y padres que son los que eligen el calzado en los primeros años de sus hijos.

Hollander, K., Riebe, D., Campe, S., Braumann, K. M., & Zech, A. (2014). Effects of footwear on treadmill running biomechanics in preadolescent children. Gait & posture, 40(3), 381-385.